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miércoles, 14 de julio de 2010

Qué viva el fútbol !!!


España es el nuevo campeón del mundo, al consagrarse por primera vez en Sudáfrica 2010. Y son muchas las teorías sobre el cómo, el porqué y el cuándo. Habrá de los que disfrutan, los que aplauden, los que se sienten identificados y de los otros. Qué también tendrán sus motivos para no estar contentos con este nuevo "monarca" apelando no solo al tema futbolístico, sino entrando en debates de colonización, misiones evangelizadoras, y hasta hacen referencia a monopolios económicos.

Esto es "fútbol" y todo lo demás es "chachara", como decía un viejo político nacional. Es lo que interesa. No mezclemos un deporte con situaciones históricas y hasta con enfrentamientos ideológicos. Aunque quizá haya algo de eso en la forma de expresar una idea o una postura dentro de un campo de juego.

Y las fatales comparaciones nos obligan a cuestionar si es lo mismo ganar un Mundial durante el tiempo de juego o en una definición por penales. En la estadística se es Campeón y listo, pero en la memoria y en el paladar no. Brasil del 70 no es el mismo que aquel equipo que le ganó la final por penales a Italia en Estados Unidos (1994). Y esta España tampoco se compara con la Italia de Marcelo Lippi campeona en Alemania 2006.

Las grandes Selecciones que marcaron brechas y quedaron en la historia a lo largo de los años, basaron sus formaciones en grandes equipos nacionales. Y no hace falta ser Campeón para demostar cualidades y supremacía. La Hungría de Ferenc Puskas en el año 1954, logró el subcampeonato en el mundial de Suiza, y casi todo el plantel estaba integrado por jugadores del Honved. Aquella selección logró la primera"revolución" en el fútbol con un juego netamente ofensivo. Portugal en 1966 confeccionó su combinado con la mayoría de jugadores integrantes del Benfica, en la cual sobresalía un tal Eusebio. Y volviendo a 1970, Brasil tomó la base del Santos de Pelé para convertirse en quizá la máxima expresión del fútbol. Más tarde Holanda de la mano del mágico Johan Cruyff, armó una selección notable con integrantes del Ajax, el mismo año que Alemania le arrebató el titulo (1974) con los pilares del Bayer Munich.

Muchos años después y aplicando esta vieja y efectiva formula, Vicente Del Bosque, tuvo la humildad y sapiencia de respetar el trabajo del técnico anterior,(Luis Aragonés) Campeón de la Copa de Europa y trasladar la estructura del Barcelona al conjunto nacional con algunos retoques, reemplazando a los extranjeros del conjunto de Pep Guardiola, con tres o cuatro acoples del Real Madrid y algún otro "perdido", para completar los veintitrés obligados en la lista definitiva.

Si los técnicos actuales que tienen la responsabilidad de armar los seleccionados, se quejan del poco tiempo para trabajar con sus planteles, no es acertada dicha actitud, pregunto. O la soberbia de algunos consideardos "ídolos", no se lo permite. Así estamos lamentablemente.

España aplicó nuestro ticki ticki, en su máxima expresión y se llevó la Copa. Aquella derrota al comienzo del certamen no le hizo cambiar de estrategia, siempre respetando el buen traslado de balón y la paciencia para generar las oportunidades o la oportunidad y salir victorioso.

Más de uno se sintió identificado y mezclando las imágenes hasta me animo a pensar en "Los Ángeles de Cappa", y ver a "Supermario" en el depliegue de Xavi Alonso en el medio, los laterales subiendo por las bandas, el cerebro de Iniesta junto al toque de Xavi Hernandez, recordando los intentos de Pastore y el "maestrico" Gonzalez, para alcanzarle el balón a el "guaje" Villa. Si hasta Casillas salvó al equipo del "bigotón", como lo había echo Monzón al contener el penal en aquella tarde del granizo en Villa Luro.

"La Furia", dejó el pase a la calma, a la paciencia, al cariño y el respeto por la pelota. El tiempo dirá si se puede comparar a esta España con aquellos gloriosos combinados del siglo pasado. Pero el buen juego triunfó, sobre los esquemas ultra defensivos, sobre el juego brusco y apañado por mediocres árbitros, pero sobre todas las cosas, esto es nada más que Fútbol.

-- Jorge Aja García.