Bienvenidos "quemeros"

Este es un sitio donde tenemos, todos los que amamos a Huracán, la posibilidad de opinar sobre aquello que haga referencia a la actualidad del club de Parque Patricios.

sábado, 11 de septiembre de 2010

De local no se gana.


Comenzó decidido Huracán el partido. La buena triangulación entre Luciano Nieto, Martinez y Morales permitían un buen dominio sobre la visita Banfield. Así llegó el penal a favor del Globo que Rolando Zárate transformó en gol.

El "taladro", inmediatamente asumió la responsabilidad de ir en busca de la igualdad y tras un rebote que generó Monzón, luego de un tiro de Mendez, Carrusca puso las cosas como al principio.

Transcurrieron los primeros minutos del cotejo y aunque se repartían las acciones y las ocasiones en las áreas, siempre fue el conjunto del sur del gran Buenos Aires, el que impresionaba mejor. Su medio campo era superior en el juego y el despliegue de Quinteros, los tiros de media y larga distancia reiterados de Gabriel Mendez y la picardía de Walter Erviti eran la contracara de las imprecisiones de Ojeda, de Montiglio, y de Rodriguez. De todas formas el Globo se fue al descanso con el marcador igualado.

Luciano Nieto era lo más claro en el conjunto de Rivoira y tras un centro de su propia elaboración, el Roly Zárate recibió la pelota, dominándola con el pecho y tras un remate de zurda cruzado consiguió el segundo gol, recordando por la definición al mejor "Roly", aquel quizá que definía con asiduidad en otras épocas con la camiseta de Vélez.

Pero Ángel Morales pegado a la banda izquierda se había "auto borrado" del partido, el sector derecho del ataque quemero jamás fue utilizado, los "mal llamados" carrileros nunca se proyectaban, y la defensa era tan inestable como de costumbre, ya que Filipetto y Quintana no daban la tranquilidad necesaria ni a sus compañeros y menos a la gente que estaba en las tribunas del Ducó. Monzón ya había salvado en el primer tiempo tras un tiro bajo de Carrusca el posible segundo gol del conjunto de Falcioni y las confusiones aumentaban con el correr de los minutos. Quiroga llegó tarde a la marca de Zelaya y este de cabeza concretó el empate definitivo que de no ser por alguna tapada del uno local y en otra ocasion por el travesaño, estaríamos hablando de una derrota en lugar de un empate que vale mucho, ya que ni con los ingresos de Torres, Orlando y Soplán, ( este último sobre el tiempo de descuento ), Huracán arrimó peligro al arco de Bologna, el portero visitante.

Los minutos finales mostraron como claro dominador a Banfield y la vaguedad y displicencia volvían a ser el denominador común en el conjunto de Rivoira, que a pesar de su sacrificada labor durante todas las semanas, no logra imponer una idea de juego que sea característica de este equipo. De acuerdo al desarrollo, es valioso el punto conseguido, pero lamentablemente aún se nota la falta total de coordinación entre las lineas. Es posible que a pesar de la pretemporada en Mar del Plata y "parafraseando" al presidente de la institución, que hacía resaltar la contratación de nuevos valores, acoplados ya previo al viaje a la costa atlántica, los tiempos tanto para Héctor Rivoira y los dirigentes no sean los mismos que el de los simpatizantes.

Lógicamente la frialdad y perseverancia de los primeros sea algo totalmente contrario a la pasión y el amor por los colores de los segundos.



Jorge Aja García

domingo, 5 de septiembre de 2010

Triunfo necesario y justo.


Si al minuto de comenzado el partido tras el cabezazo de Santiago Hirsig, el Globo ya perdía uno a cero, cómo se podía pensar en dar vuelta el resultado tras lo demostrado por este equipo en lo que va del torneo.

Me equivoqué. Huracán ganó y con justicia. Porque fue más que un tibio Quilmes que tan solo logró aquel gol y no tuvo otras claras situaciones como para aumentar la diferencia, salvo un tiro en el palo sacado de otro partido.

La labor durante el desarrollo del cotejo por parte de Mariano Martinez, resume lo que fue Huracán en este triunfo, el segundo en cinco fechas disputadas. Sacrificio, es lo más destacado en el conjunto de Rivoira y el delantero del quemero resume todo lo que la visita tuvo que correr, poner y luchar para conseguir dar vuelta un resultado complicado desde el arranque. Como decíamos justo, porque demostró lo que no había realizado en otras situaciones y con mucho coraje y empuje desde Montiglio, Machín, Britez Ojeda y las "embestidas" de Martinez, Huracán ya en el final del primer tiempo consiguió mediante la cabeza del "resistido" Carlos Quintana lograr la igualdad transitoria que ponía las cosas como desde el inicio.

El conjunto de Hugo Tocalli no cambió en su actitud y eso facilitó la tarea del Globito, que seguía aprovechando los espacios en el terreno de juego con orden y siempre intentando manejar el balón con criterio. Tras el ingreso de Peña en lugar de Quintana, lesionado, la defensa visitante paso de jugar de tres hombres a una linea de cuatro tradicional y Luciano Nieto al reemplazar a Machín le dio más presencia ofensiva, sin ser tampoco un equipo lanzado en busca del triunfo en forma desordenada.

Quilmes no lograba ser superior y los dirigidos del "Chulo" tenían una buena posibilidad para lograr una valiosa victoria que llegó tras un disparo del ingresado Nieto desde fuera del área colocando la pelota sobre el palo derecho de Emanuel Tripodi, arquero local. Quizá sorpresa para muchos, pero las alternativas del juego y la labor de los jugadores del conjunto de Parque Patricios hicieron que este triunfo fuera inobjetable.

Aunque sea repetitivo, pero sí muy oportuno el comentario, este éxito vale seis puntos, ya que no solo logra tres, sino también impide que un rival directo en la lucha por la permanencia pueda sumar.

Las declaraciones tras la finalización del partido por parte del actual técnico del Globo suenan a revancha, a venganza y a mediocridad. Dedicar un triunfo a aquellos que cuestionan su capacidad (yo soy uno de esos), para estar en una institución como Huracán, permite entrar en un juego de riesgo y desde su ubicación, más allá de una conquista, sería el indicado para demostrar cordura y templanza para manejar circunstancias pasajeras, ya que Héctor Rivoira es la cabeza de un grupo que por diferentes circunstancias le toca representar a la institución todos los fines de semana. Pero ni el entrenador actual ni aquellos que disfrutamos en los triunfos y sufrimos en las derrotas, somos los dueños de la verdad, tan solo una parte de miles de fanáticos, hinchas y socios que sumamos con nuestra gota de amor por el club que año tras año nos lleva parte de nuestros sentimientos.

Huracán sigue en la lucha. Hoy demostró capacidad para afrontar con temperamento un partido difícil en la teoría y más en la practica. Así serán casi todos los enfrentamientos de acá hasta que el próximo año el "bendito" promedio sepulte a los condenados. Todos queremos lo mejor por el Globo y cada opinión compartida o contraria suma para que este equipo pueda afrontar el futuro inmediato.



Jorge Aja García. (colaboró Santiago Aja Aleixo)