Bienvenidos "quemeros"

Este es un sitio donde tenemos, todos los que amamos a Huracán, la posibilidad de opinar sobre aquello que haga referencia a la actualidad del club de Parque Patricios.

sábado, 13 de agosto de 2011

Comienzo complicado.


Retornando a la acción en el Nacional B, y luego de un cambio dirigencial con algunas decisiones efectivas y aires renovados, tras el alejamiento de Carlos Babington y sus amigos en la conducción de la institución, Huracán se presentó en la ciudad de Córdoba para enfrentar a Instituto por la primera fecha de la temporada 2011/2012.

Finalizada la novela invernal sobre la positiva continuidad de Javier Campora, los regresos de Sanchez Prette, Mauro Milano y las incorporaciones de Mauro Villegas y Cristian Leiva como las más destacadas y Juan Amador Sanchez como conductor, el Globo no plasmó en el debut el entusiasmo de sus simpatizantes antes las espectativas generadas en la previa.

Derrota por dos goles con un saldo de seis jugadores amonestados, otro expulsado y la muy buena tarea simplemente del arquero Lucas Calviño, ( Gastón Monzón estuvo como suplente ), para evitar una goleada en contra en este inicio de campeonato.

Solo al comienzo del encuentro Huracán fue algo más que el local tras una buena presión sobre la salida rival, aprovechando los desajustes defensivos de los conducidos por Dario Franco. Parecía que Sanchez Prette se convertía en el conductor del Globo y en la figura del partido, que Javier Campora complicaría a la dupla central cordobesa y que los medios de Juan A. Sanchez controlarían las acciones del juego. Pero nada de eso se confirmó con el correr de los minutos, ya que una mano en el área visitante del debutante Martín Pautasso propicio la falta transformada en penal y gol a favor de "La Gloria" .

Claudio Fileppi tomó la posta que abandonó el conductor del Globo, e hilvanó cada contragolpe local. Los juveniles debutantes Lopez Macri y Dybala ( 17 años) sin descollar fueron superiores a toda la defensa "quemera" y en el fondo tanto Barsottini como Erpen, borraron literalmente del juego a los delanteros de Huracán. Cada centro al área del Globo era una invitación para aumentar el score por parte local y ya con los dos goles consumados, Instituto controló con poco el juego y el resultado que como ya explicamos no fue más abultado un poco por inexperiencia de los delanteros cordobeses y otro tanto por la labor de Calviño.

Sobre el final el descontrol se adueño de Pablo Lopez (debut y expulsión), Cristian Tavio ( debió ser expulsado también) y algún otro valor de los dirigidos de Sanchez, quien si aún no se dio cuenta, tomará nota que de acuerdo a lo demostrado en está primer presentación sus conducidos deberán cambiar radicalmente su potencial, actitud y conducta.

El Nacional B no es un "paseo" ni un estado de vacaciones temporarias. Con nombres no se ganan los partidos. En Huracán la experiencia desafortunadamente en esta categoría no es algo nuevo y el esfuerzo para volver a la primera división es grande y espinoso.



Jorge Aja García.

miércoles, 22 de junio de 2011

Te quiero eternamente, Globo.


     Me quedo con las lágrimas del Roly cuando en la Bombonera se decretó el cuarto descenso de Huracán en su historia. Una historia que en los últimos veinticinco años lo tiene en un vaivén de idas y vueltas entre la B Nacional y la máxima categoría.


     La expresión de Rolando Zárate se mezcla con la ingenuidad de Luciano Ospina, Dario Soplán, con la "mufa" de Javier Campora, con el amor propio de Gastón Machín y Britez Ojeda, con aquellas jugadas infantiles casi de adolescentes de Monzón y Facundo Quiroga en algún partido crucial, con la inexperiencia del "tito" Pompei y su valentía para agarrar a este plantel abandonado desde la dirigencia en una demostración de ineficacia y falta de coherencia y capacidad para dirigir a un club de primera división, transformado más bien en una Unidad Vecinal dónde se organizan los viajes turísticos de los jubilados. ( con el respeto que se merecen las Unidades Vecinales)


     Todos y cada uno somos responsables porque somos parte de Huracán. Jugadores con la posibilidad de lograr otros resultados, dirigentes con la responsabilidad que les cae como tal, socios por elegir hace muchos años dirigentes sin cualidades para administrar, hinchas violentos que rompen el propio patrimonio de la institución y así cada uno con su cruz, el que la tiene y sino con su mochila, pero todos somos parte del Globo. (La perdida económica es muy importante. Ya no se podrá contar con aquellos quince millones que reparte "el Fútbol para todos", los ingresos por público visitante y las publicidades no serán las mismas).

     Ni Brazenas en aquel domingo de granizo ni hoy Lunatti con sus expulsiones y ese penal no sancionado a favor del Globo son los culpables de este nuevo descenso. Huracán comenzó a gestar su viaje de regreso al Nacional hace dos años en una tarde de agosto muy fria pero soleada en La Quemita, con Cappa y Ruso aún como entrenadores en una práctica contra la reserva de Boca que conducía Abel Alves. Arano y Pastore ya habían emigrado. Federico Nieto se había ido en los vestuarios el día de la final contra Vélez. Carlos Araujo y Matías De Federico esa misma tarde se despedían del club cansados de promesas y mentiras. El "maestrico" Gonzalez también volaba, pero a Méjico. Era el comienzo del desarme de aquel famoso equipo que muchos llamamos "los ángeles de Cappa". Solo Supermario, aguantó seis meses más rodeado del "pato" Toranzo, Paolo, Dominguez y Monzón. Pero el tren no llevaba la misma carga y la oportunidad pasó como pasa pocas veces. Allí esa tarde el todavía presidente Carlos Babington, se plantaba con su soberbia y su "imponente estampa" para no darse cuenta que ese era el momento de Huracán.


     Lo que siguió precipitó este final. Como todos los finales tristes. Con ese dolor de ya no pertenecer y con esas caras de impotencia y resentimiento, con rostros desencajados, vencidos y amargados. Aún algunos lo toleramos porque tenemos la obligación de no bajar los brazos, porque no podemos demostrar a nuestros hijos que esto es el final, porque no toleramos sus lágrimas, sus llantos y sus abrazos dejando caer sus "mocos" sobre nuestros hombros. Sus ojos rojos, inflamados por la bronca y esas pocas palabras que salen para levantar un animo maltrecho.


     Nos une la sangre, aquella anécdota que le pude contar del "Loco" y la mirada complice de mi viejo por haber sido exagerado en el relato y sus recuerdos de otras generaciones, nos une una lágrima que aún guardo del primer descenso en 1986, aquel cabezazo del "turco" en Lomas de Zamora, las gambetas del "huracán" Gastón, la corrida del "tero" Di Carlo, el zurdazo del "monito" Gordillo en Mendoza, el ticki ticki, una lágrima de este cuarto descenso, los amigos que se generaron en el Ducó con el paso del tiempo y ese amor a una camiseta, a un barrio, a un Parque que perdura para siempre.
     Nos une un sentimiento que no se negocia ni aún en los peores momentos, por eso Globo, ......te quiero eternamente.






                                                    Jorge Aja García.

sábado, 18 de junio de 2011

Cellay nos dio otra vida.


          Me acordaba de aquellas ráfagas en el descenso contra Italiano en el Amalfitani, y veo por la imagen de la televisión a un quemero bien quemero dándonos otra vida. Justo Christian Cellay, (uno más de la lista que pertenecen a los "golpeados" por este presidente y sus colaboradores), con la casaca de Boca marcando un destino impensado, casi ni soñado por el más delirante.
          Aparentemente recuperado de su afección cardíaca Carlos Babington, como contra Vélez, presenció la derrota del Globo en Avellaneda. El y solo el y su comisión directiva son los responsables de tanto sufrimiento y tanta mediocridad. Más acorde a una Sociedad de Fomento que a un club de elite del fútbol argentino, Huracán es una vergüenza desde lo institucional y desde lo futbolístico.

          La goleada sufrida contra Independiente, pone muchas cosas en su lugar y marca varias realidades. El Globo es un equipo entre mediocre y malo sin conductor afuera y dentro de la cancha. Antonio Mohamed tan solo cumple con su trabajo. Tratar que su equipo funcione y gané como corresponde. Qué Ricardo Carusso Lombardi y sus dirigidos no puedan mantenerse entre los veinte mejores equipos del fútbol nacional y Quilmes regrese al lugar que históricamente siempre le correspondió. Y por último qué Gimnasia de La Plata siga luchando como hace tres años lo viene haciendo por mantener la categoría.


          No se puede hablar de la derrota contra Independiente porque no hay equilibrio ni paridad entre un conjunto y el otro. Cada presentación del Globo marca diferencias más pronunciadas entre un plantel que pertenece a Primera y otro que lucha y se mantiene con esperanzas solo por errores ajenos. En cada jugador de Huracán se encuentra la verdadera impotencia y la desazón como fiel reflejo de este presente tan pobre, con sueldos atrasados, con acusaciones cruzadas, con ánimos maltrechos. Así y todo aún queda una bola más. Ni esforzándose por darse muerto, a los muchachos de Pompei el destino le da otra posibilidad entre las tantas desperdiciadas.


          Es el martes la última Globo. Y el cuerpo técnico entre tanta miseria deberá iluminarse para poner lo mejor. No hay mucho en carpeta, pero la oportunidad está en puerta.






                                                                                                    Jorge Aja García.

domingo, 12 de junio de 2011

Prolongación de la incertidumbre.


Una combinación de resultados lógicos se dieron en esta anteúltima fecha, lo que provocó la obtención de un nuevo campeonato por parte de Vélez y la ansiosa espera por saber aún, quienes serán los clubes para ocupar los lugares de descenso directo y promoción. Allí está Huracán como uno de los protagonistas principales de esta situación, el que deberá enfrentar en Avellaneda a Independiente sin esperar la suerte de otro rival siempre que el Globo consiga una victoria. De no ser así entonces los resultados de Gimnasia y Quilmes decidiran la suerte del conjunto "quemero".

Nuevamente sin público Huracán, esta vez debió enfrentar a Vélez. Y especulando con la derrota del "Lobo" platense a manos de All Boys en la jornada del sábado el equipo de Pompei desde el comienzo del cotejo plasmó una imagen de conformismo ante un eventual empate. Con este planteo era de esperar que en cualquier instante del partido el combinado de Gareca tomara ventaja y aunque el Globo pudo controlar los tibios intentos del mismo durante el primer período, en la reanudación y ante el empuje serio y decidido de Vélez, tras un cabezazo de Santiago Silva, la mediocridad de Huracán quedó enterrada en sus especulaciones y cálculos mezquinos. El juego siempre fue propuesto por la visita en busca del campeonato y vaya casualidad que otra vez el conjunto de Villa Luro se consagra como hace unos años enfrentando al Globo. Pompei con su esquema de ocho jugadores esperando en su terreno como si fuera el "catenaccio" , ( aquella táctica ultradefensiva de la escuela italiana), la que fuera la salvación, nunca y al menos por verguenza o por amor a la camiseta, intentó con sus jugadores arriesgar en busca de un empate. Solo Luciano Nieto como enganche ( enganchado con el piso jugó todo el partido) y dos puntas eran las camisetas rojas que pasaban al terreno rival. El resto de los protagonistas estaban más inmersos en la lucha y el control o descontrol hacia los rivales tal como Facundo Quiroga y "sus perlitas", en su oscura trayectoria con la indumentaria de Huracán.

Desde los merecimientos, Huracán ya hizo muchos como para descender. Gracias a que otros contrincantes caminan por la misma senda es que todavía el club de Parque de los Patricios cuenta con posibilidades de conseguir una plaza en la zona de Promoción y dirimir su futuro en la categoría frente a un rival surgido del Nacional B, que no escapa de Unión, San Martín de San Juan o Belgrano de Cordoba.

En lo meramente deportivo el Globo es la "caja de pandora". En lo dirigencial es lo más parecido a una revuelta musulmana, que a un orden democrático. Así con sueldos atrasados y con un entusiasmo más cerca del suelo que incentivados por una utopía de quedar en primera división, este plantel está definitivamente perdido en en busca de un solo objetivo y una sola preocupación que sería evitar el descenso.

Independiente será el juez de la suerte del Globo, aunque por capacidad propia es Huracán el único responsable de su destino.



Jorge Aja García.

domingo, 5 de junio de 2011

La lucha se mantiene viva.


Un triunfo de un valor incalculable. Porque nadie sabe el desenlace final y a falta de seis puntos en disputa, con uno de ventaja sobre Gimnasia, nada está decidido. Al pasar los primeros veinte minutos del partido y ver que al Globo no le habían convertido aún, ya era un buen presagio para lo que podía suceder a continuación. Hasta pareció que a partir de ese momento el equipo se soltó un poco más. El medio controló los espacios y la defensa mantenía al límite cualquier intento del siempre peligroso Denis Straqualursi.

Practicamente así fue todo el cotejo contra Tigre. Aquel tiro de Zárate en el palo desde fuera del área hizo pensar que algo distinto estaba por concretarse . Desde el gol de Gastón Machín, Huracán dio signos de ser un poco más que el visitante, rodeado de un ambiente extraño con tribunas vacías y el griterío de los protagonistas que hacían de la "tardenoche" un partido de fútbol extraño. No por el desarrollo en sí, más bien por el entorno. Pero las vueltas y los desenlaces que provocan algunas actitudes desencadenan tarde o temprano en realidades complejas y extremas.

Llegó el penal luego de una mano del "pato" Galmarini y tras un rebote sobre el arquero Daniel Islas en la ejecución, el mismo Javier Campora aumentó la diferencia lo que suponía transformar el juego por parte del local en una tarea de control de las acciones. Pero Huracán no está maduro para semejante proeza y sobre el final de la primera etapa el conjunto del vasco Arruabarrena descontó en el score.

El Globo de todas formas en cuarenta y cinco minutos había logrado lo que le costó conseguir en los últimos siete partidos, dos goles. Y para sorpresa de los pocos presentes y de los muchos ausentes nuevamente Campora colocaba el tercer gol para el globito. Esto ya era mucho para la realidad actual de este equipo más predispuesto a las críticas despiadadas provocadas por sus propias y maltrechas actitudes que a un manto de virtudes apenas conseguidos en una presentación que lo coloca afuera del descenso directo, al menos por una semana. Es tal la presión misma que le genera a cada jugador del Globo verse con una ventaja y ese "miedo" interno a no poder mantenerla que se autorefugia sobre su propio arco y da facilidades al rival para intentar llegar a dar vuelta un resultado que en otras circunstancias sería sencillo poder mentener.

Más tarde llegó la posibilidad muy clara del Roly Zárate solo frente a Ardente, (ya había sido reemplazado Daniel Islas en la valla de Tigre, que sufrió un fuerte golpe en su pierna derecha), pero la situación fue muy bien resuelta por el arquero. Tigre producto de las intermitencias del Globo se acercó otra vez en el marcador con un cabezazo de Gonzalez y todos los miedos, fantasmas y realidades cayeron sobre el césped del Ducó. Pero el vacío de las gradas fue protagonista de una victoria merecida pero costosa aunque de acuerdo a los resultados ajenos proyecta a Huracán a que nuevamente cuente con la posibilidad de depender de si mismo y no de terceros para conseguir quedarse en puestos definitivos de promoción y soñar con el milagro de pelear por mantener la categoría otra temporada más.

Al Globo le quedan por enfrentar a Vélez e Independiente nada menos, mientras que Gimnasia debe visitar a All Boys y recibir a Boca en la última fecha. Todo está por suceder. No hay nada decidido ni resuelto. Pero los tres puntos conseguidos frente a Tigre deja un interrogante de cara al final del torneo.



Jorge Aja García.

domingo, 22 de mayo de 2011

Huracán es un verdadero caos.


Ya no falta nada para demostrar que Huracán es el reflejo de la debacle, de la anarquía y de la desunión de un club que fue ejemplo de un estilo futbolístico en los años 70 y principios de los 80. En todos los medios de comunicación, radiales, escritos, televisivos y online ya se cansaron de sumergir al Globo y sepultarlo como uno de los próximos clubes a descender al Nacional B.

Méritos sobran para que Huracán sea ejemplo de lo que no se debe hacer con una institución deportiva donde el fútbol es materia principal y donde las distintas dirigencias de los últimos treinta años cometieron errores en cadena y donde el actual Presidente, el Sr. Carlos Babington y sus secretarios no encuentran soluciones a la realidad y por el contrario se sumergen en la soberbia para encerrarse en su burbuja con lo cual solo consiguen el desmembramiento y derrumbe del club.

Un cuerpo técnico que no encuentra el rumbo y un plantel de jugadores que no conforman un grupo, ya desde principio de año y con Miguel Brindisi como entrenador. No hay reacción y cada rival parece el Barcelona de Guardiola por las diferencias que marcan sobre el Globito en cada partido. Ya dijimos que es igual Godoy Cruz que Villa Mitre de Bahía Blanca. No hay rival más difícil que el mismo Huracán y su propia sombra. Los jugadores muestras impotencia y falta de orden a tal punto que ya ni Gastón Monzón brinda tranquilidad desde la valla.

Huracán es un verdadero caos y si en la semana se hablaba que quizá se podría generar disturbios en la Platea Miravé, cómo el jefe del operativo policial y desde la conducción del club no tomaron las medidas que eran previsibles. Todo es un desorden y una improvisación por Parque Patricios. Luego llega la queja y el contragolpe simple y desproporcionado de la Policía qué reprime a un grupo de socios de Huracán y que no tiene las "agallas" para enfrentar una usurpación en la vía pública.

El Reino del revés diría alguna voz más inteligente y pensante para corroborar el presente del Globo, que deambula inmerso lleno de interrogantes y camino del mismo infierno generado entre cuatro paredes y producto de la altanería de unos pocos creídos monarcas aferrados a un sillón prestado del cuál interpretaron que sería eterno su uso, pero también su abuso.



Jorge Aja García.

domingo, 15 de mayo de 2011

Ni el canto de la cigarra.


Ante cada presentación del Globo no se puede repetir el mismo comentario ni dar la misma opinión. Aunque buscando e imaginando ideas solo surge partido a partido la sensación que queda menos tiempo para seguir viendo a Huracán en primera división.

Ni con el diccionario como soporte, ni barajando sinónimos encuentro más adjetivos que todos los que ya utilicé desde la época de Rivoira hasta esta última derrota en Santa Fe. Y los culpables ya ni importan porque dejaron de ser lo importante. Porque demostraron inoperancia, incapacidad e ineficiencia para conducir a la institución y no solo desde las contrataciones de jugadores. Desde su puesto de administradores jamás pensaron en Huracán como un proyecto y menos a futuro. En lo económico y en lo social el Globo está cerca del fondo y como dice la canción: ..."tantas veces me mataron, tantas veces me morí"....

Y el Globo se parece a "la cigarra", pero no sabemos cunado volverá a cantar, porque está más cerca del propio entierro que de resucitar.

Hablar de la derrota por tres goles contra Colón, es solo un detalle, una anécdota. Si ya la cara de los jugadores antes de comenzar el partido era de pánico. Jugar con linea de tres en el fondo y cinco en el medio, una improvisación, cómo para improvisar , Pompei.

Un equipo amateur. En esto se convirtió Huracán. Sin brújula, sin Norte, sin imagen y sin vergüenza. Ni con lupa, ni microscopio se ve una luz. No hay nada. Porque al menos en un equipo de amigos reina la alegría y la unión pero a Huracán ya solo le queda el blanco histórico de su imagen.

Gimnasia ya está en la misma linea, pero con otro ímpetu y otras ganas, lo que demuestra aunque los números digan lo contrario que el Globo está en un derrumbe sin fin. No hay reacción ni conducción, ni medicina que cure esta enfermedad. Estudiantes, Lanús..........da lo mismo. El problema no es el rival, el problema es Huracán y aunque enfrente como adversario esté aquel grupo de amigos, dudo que este Globo tan desinflado pueda hasta contra su propia sombra.

Jorge Aja García

sábado, 30 de abril de 2011

Nada detiene el derrumbe de Huracán.




Cualquier adjetivo peyorativo es adecuado para ilustrar la realidad de Huracán. Todo se manifiesta desde un partido de fútbol y lo que el equipo logra en cada presentación. A partir de allí se genera cualquier comentario, se modifica un estado de ánimo y hasta se llega a la exageración o no, por sentir que un descenso de nuestro amado Globo, perturba nuestro ritmo de vida.


Resumiendo. Las consecuencias de esta derrota en el clásico contra San Lorenzo nos sumerge en los más bajo sobre cualquier desarrollo que podamos analizar desde un lugar objetivo. Hoy imposible. Porque el presente me saca desde lo más profundo mi sentimiento por Huracán y tapa cualquier intento por desmenuzar de manera fría y ecuánime lo que hoy por hoy el Globo vive a partir de un equipo sin convicción, sin ideas, sin orden, sin conducta y lo peor, sin futuro. El conjunto de Pompei no detiene su marcha hacia el cuarto descenso en su historia y si aún no se ubica directamente entre las dos plazas que determinan ese abrupto final, simplemente es casualidad, porque Gimnasia desaprovecha esta situación y Quilmes si continua su remontada sorprendente en tan solo siete días aparecerá por sobre el Globo en la tabla del Promedio.


Seguramente Huracán hubiera perdido el partido de todas formas a pesar de la falta de ubicación, profesionalismo, idea, coordinación y compañerismo, (si, compañerismo), de Facundo Quiroga, tras esa mano intencional dentro del área que condicionó el resultado y el desarrollo posterior del encuentro. Explayarme más sobre el denostado Quiroga es una falta de tiempo y de tipeo que no justifica el esfuerzo. San Lorenzo mucho antes de esta jugada ya había realizado méritos para ponerse al frente en el score. Aquellos dos tiros en el palo izquierdo del arco de Monzón sobre el final de la primera mitad eran suficientes para confirmar lo comentado. Y si Pompei se equivocó en el planteo ya nada lo exime de su responsabilidad y menos en la elección de los jugadores, a pesar de la mezquinidad del plantel en cantidad y calidad. Kevin Cura, aunque nos duela en el alma, por ser un valor de las inferiores del club, está totalmente desubicado y junto al expulsado central del Globo, son una invitación al lujo rival en cada acción que intervienen. Hablar de los dirigentes con su presidente a la cabeza es un lugar común, ya que se hace reiterativo afirmar la poca convicción para conducir a un club que desaprovechó su momento para convertirse en un equipo respetado y con la posibilidad de afirmarse en la primera división.


La mezquinidad, la soberbia, la envidia y la falta de humildad para poner sobre cualquier circunstancia a Huracán por encima de todo produce lo que vivimos en la actualidad. A nosotros los socios y simpatizantes nos cae un porcentaje de culpa, porque quizá también nos equivocamos en la elección de las autoridades y en el furor de un verano nos dejamos llevar por la temperatura del momento.


No tiene valor el análisis de esta derrota. Humilla a los que sufrimos por el Globo, a los que no esperamos un rédito en cada partido, a los que año a año bajan la mirada en las malas y gritan en cada conquista, a los que imploramos porque en algún momento veamos que Huracán transita sin sobresaltos en lo mejor del fútbol nacional. Pero las miserias humanas conducen al fracaso y Huracán salvo un milagro ya está condenado.


Fueron tres goles, pudieron ser muchos más. El dolor nos invade y la bronca nos desborda. Habrá reacción y se dará un cambio, soñamos. Es demasiada la carga negativa. Pompei no tiene la experiencia para este tipo de situaciones. No es el culpable de tener que sobrellevar esta situación. Pero es el responsable de tomar decisiones rápidas y acertadas. Son veintiuno los puntos en juego de acá al final. Cuatro nos separan de Gimnasia de la Plata que acaba de desprender a su entrenador. A preparar el semblante. Todo puede pasar. Sería lo más saludable y acertado que cada uno asuma sus errores. A partir de allí el Globo quizá pueda recuperar el valor y la templanza para enfrentar lo que resta del torneo.


Jorge Aja García

domingo, 24 de abril de 2011

Sin confianza y sin respeto.


Posterior a la victoria contra Gimnasia, algunos jugadores de Huracán, hicieron declaraciones en distintos medios periodísticos sobre la confianza que habían conseguido y el respeto ganado por parte de los rivales. A continuación llegaron tres derrotas y un empate.

Boca fue siempre superior al Globo. Desde el comienzo del partido la posición de Mouche sobre la derecha y la libertad de Chavez en el medio complicó en forma definitiva cualquier aspiración de Huracán para conseguir un resultado positivo. Palermo siempre fue incontrolable para los centrales locales y si la diferencia de tres goles fue escasa se debió nada más que a la tarea de Gastón Monzón, aún criticado por muchos simpatizantes quemeros, y a la mala fortuna del nueve visitante.

El conjunto de Pompei no respondió en ningún momento y ni siquiera amagó con intentarlo. Otra vez el intento de Bottaro por derecha quitando un medio no modifico el ritmo del juego. Linea por linea era inútil cualquier esfuerzo. La defensa jamas estuvo ordenada, el medio ni marcó ni asistió y así fue imposible que los delanteros contaran con alguna ocasión para desnivelar. Dos tiros muy anunciados de Maidana y un cabezazo de Ospina fue lo más peligroso ( por así llamarlo), que provocó el Globo sobre el arco de Luchetti. El gol de Colazo a los veinte segundos de comenzado el segundo período confirmaba que Huracán estaba totalmente desarticulado para enfrentar a este Boca "maltrecho" que busca levantar su nivel después de un comienzo de campeonato muy mediocre.

Siendo simple en el análisis y en las apreciaciones al Globo, los números y los puntos le juegan a favor aún en su lucha por mantener un lugar en la promoción eludiendo el descenso directo. El aroma y los síntomas dan un parte nada agradable. Aquella confianza y aquel respeto se diluyeron durante cuatro partidos y mirando lo que queda es muy difícil ser optimista. Porque aunque dependa de si mismo, Quilmes y el Lobo platense suman fecha a fecha, cosa que Huracán no consigue.

Asoma el clásico y aunque el archirrival tenga su propia crisis nada se compara con el presente del Globo. No hay solvencia defensiva para tolerar cualquier sistema ajeno. Sea Fabbiani, Palermo o quien sea. Ahora nos acordamos de Quintana, cuando los que juegan no responden a las circunstancias. La estructura del medio está más quebrada que nunca y la confianza depositada en Rodrigo Battaglia quizá sea una mochila demasiado pesada para el juvenil valor quemero. Son los Machín, los Britez Ojeda aquellos que tienen que imponer su presencia, pero nada de eso sucede. Con esta base endeble y tambaleante cualquier opción en ataque es más un sueño individual que una amenaza en conjunto.

Un Globo desarmado y maltrecho lucha contra su propia impotencia. Las sensaciones, los pensamientos y las ilusiones nos depositan en un desenlace quizá prematuro de esta película, solo depende de Huracán alargarlo y modificar el último renglón.

Jorge Aja García

domingo, 17 de abril de 2011

La vergüenza del Ogro.


No es una derrota más la cosechada en Floresta. Un rival directo en la lucha por la permanencia junto a Olimpo de Bahía Blanca. Y aquello de los seis puntos conseguidos contra Quilmes y Gimnasia en su oportunidad, ahora se transformaron en seis perlas en contra.


De los últimos nueve puntos el Globo tan solo rescató uno y de acuerdo a las urgencias es un recuento muy pobre como saldo. Qué Godoy estaba en los cálculos, sería acertado afirmarlo. El empate con Racing dejó un sabor a nada, pero perder con All Boys, que el "cuasijugador" Fabbiani te convierta dos goles y terminar perdiendo por tres a uno con una demostración muy limitada de lo que se venía intentando desde lo anímico, termina casi condenando al conjunto de Pompei a creer que jugar la Promoción es una realidad no muy lejana. Y a tener mucho cuidado porque la seguidilla de partidos que se avecina, dan escalofríos. ( Boca, San Silencio, Olimpo )


El conjunto local aprovechó la falta de juego de Huracán. La ausencia de Cristian Maidana, confirmó que es el único jugador del plantel con un toque de calidad diferente al resto, sin ser algo descollante fecha a fecha. El Globo no elaboró juego en profundidad y las llegadas siempre fueron por tiros a pelota parada excepto la jugada del gol, (quién sino), de Javier Campora. Fue el único momento del partido que uno imagino en algo más. Pero el equipo local con orden y sacando ventaja de la floja labor defensiva de Huracán llegó al triunfo merecido. Repito nuevamente la sensación de vacio e impotencia tras "tolerar" la vuelta al gol y nada menos que dos del "ogro" Fabbiani que con una cintura más parecida a un luchador de Sumo (deporte mítico del Japón), que a un centrodelantero del siglo XXI, se las ingenio para hacer pasar vergüenza a los centrales y arquero del Globito.


El cambio de Angelof por el zurdito Quiroga no agregó variantes en ofensiva, si en defensiva, tras una falta infantil que se tranformó en el tercer gol del local. Tirando abajo aquella frase inicial de Roberto Pompei, al hacer referencia de qué: ..."de esta situación, se salé con experiencia"...


Torres y Morales estuvieron desacertados en la conducción y los hombres de punta quedaron solitarios en el ataque. Bottaro agregó un poco de ímpetu sobre la derecha sin conseguir el objetivo de abastecer con centros a Zárate y Campora. Los del medio no estuvieron finos y cayeron más en los enredos de Barrientos y cia., que en intentar un juego limpio y vertical.


Tras la derrota quedó la imagen de un conjunto pálido y sin resto. Muy distinta de aquella de una semana atrás. Ya suman doce las fechas en que el Globo no consigue los tres puntos de visitante y el tiempo se va acortando. Quizá fue una presentación en falso, pero el cambio y un triunfo contra Boca es urgente de cara a la recta final del campeonato.






Jorge Aja García.

domingo, 10 de abril de 2011

Solo faltó convertir.


Cuando Huracán juegue el último partido del torneo en Avellaneda frente a Independiente ( aún hay un largo trecho), podrá o no estar en zona de Promoción o tener la posibilidad de mantenerse otro año en la "elite" del fútbol nacional. Pero encarando cada partido con el carácter con el que enfrentó a Racing, nadie juzgará al Globo de haberse guardado intentos y energías en su lucha diaria.


Con errores, aciertos, desajustes, idas y vueltas. Acá no hay "ticki ticki", ni once jugadores colgados del travesaño, hay un grupo con limitaciones que transmite un mensaje claro hacia la tribuna desde el rectángulo de juego: "dejo todo para salvar a Huracán".


Excepto los primeros veinte minutos donde Ivan Pillud desbordaba por la derecha del ataque de Racing y el "pato" Toranzo repartía juego, todo el resto fue del conjunto de Pompei. No por calidad y expresión. Si por convicción, por entrega y por suma de voluntades. Porque cada uno desde su lugar dejó ver la intención y en cada sector el globo era más fuerte que su rival. La defensa siempre controló a Hauche y a Gutierrez, Battaglia por la izquierda y Machín por la derecha tapaban los laterales, Maidana era el nexo con las puntas y aunque no tuvieron ninguna "limpia" para definir, el trabajo del Roly y de Campora, buscando, corriendo, aguantando fue descomunal.


Hubo dos goles bien anulados por "posición adelantada" de Javier Campora, el goleador del Campeonato, en la primera parte, pero la falta de criterio para sancionar parejo por parte de Nestor Pitana, complicó más de lo que atemperó.


El cambio de Morales por Maidana (lesionado), le quitó al Globo algo de velocidad en ataque. Racing se refugiaba en el fondo y solo apostaba a las corridas de Luguercio o al oportunismo de Teófilo Gutierrez que tuvo una sola ocasión de gol bien controlada por el siempre bien ubicado Gastón Monzón. Por su parte Luciano Ospina mantenía anulado al "demonio" Hauche.


Claudio Yacob ( prefiere jugar en una alfombra de golf, según sus declaraciones post partido), sacó en la linea un cabezazo de Rodrigo Battaglia en la más clara de Huracán en la segunda mitad. También se lo perdió Gastón Machín tras una asistencia del "cachorro" Campora. Así se acerco el final sin cambios en el desarrollo y el empate dejó la sensación que el local podría haber cosechado un triunfo.


La sorpresiva victoria de Olimpo en Santa Fe, coloca al conjunto del Parque momentaneamente en Promoción. Se aproxima All Boys en otro encuentro de seis "perlas". Y cada fin de semana no hay calculadora que tolere la situación. Nada más lo visto frente a la Academia, da la suficiente confianza de cara a la que viene. Ni ver como continua. Esto es de fecha a fecha e intentar pensar más allá del próximo cruce no es apto para sensibles.






Jorge Aja García.

domingo, 3 de abril de 2011

Un viaje pálido.


Basicamente el viaje a Mendoza en lo futbolístico no dejó nada positivo. Ni en el resultado ni en la producción. Un Huracán más parecido al conducido por anteriores entrenadores que al producto incipientemente elaborado por Pompei. Y el efecto en contra por 3 a 1 contra Godoy Cruz traduce lo expuesto por ambos durante el desarrollo del partido.

Solo en los primeros quince minutos el Globo daba la imagen de poder encontrar un buen rendimiento al remontar ese gol tempranero del conjunto local. El empate tras un buen remate del goleador Javier Campora alimentaba la idea de estirar un poco la diferencia de puntos sobre Olimpo y All Boys que ya habían disputado sus encuentros el día sábado cosechando unos resultados que automaticamente y al margen del desenlace del cotejo contra "el tomba", dejaba a Huracán afuera de la Promoción. Al menos por una semana, hasta la proxima fecha.

El equipo mendocino manejó todo el partido a su ritmo. El Globito nunca le encontró la forma para molestar a un arquero, Sebastían Torrico, que estuvo protegido durante casi todo el encuentro por una defensa sólida, la cual controló sin sobresaltos a los hombres de punta "quemeros". Todo lo contrario ocurría en el área de enfrente, donde el uruguayo Alvaro Navarro fue la figura determinante al convertir los dos primeros tantos locales y complicar siempre a una defensa muy lenta y que brindaba muchas oportunidades a los hombres conducidos por Jorge Da Silva.

Godoy Cruz consiguió el tercer gol mediante un penal convertido por Rodrigo Salinas y a partir de entonces cedió terreno y poseción del balón al rival que nunca pudo resolver el problema para acercarse al arco local. El medio no estuvo compacto como en ocasiones anteriores, Battaglia y Soplán perdían contra Olmedo y Villar y la estructura se caía. En la creación tanto Maidana en la primera mitad, como Luciano Nieto en la segunda no lograron su cometido y los delanteros tuvieron muy pocas ocasiones para acercarse en el "tanteador".

Floja tarea en conjunto por parte de Huracán contra un rival con objetivos totalmente diferentes. La participación de Godoy Cruz en la Copa Libertadores es consecuencia de campañas muy meritorias y la continuidad de objetivos claros contrasta con el presente del Globo.

Primer derrota con Roberto Pompei como conductor, aunque al ver los promedios para el descenso, y ubicar al Globo fuera de los cuatro últimos lugares, sigue alimentando la ilusión de la que tanto hablamos fecha a fecha. El transcurso del torneo y los resultados ajenos van dando forma y aislando a los competidores en un lote de tres o cuatros equipos que pelearán hasta el final por escapar de la promoción. La realidad de Quilmes y Gimnasia es muy complicada y si tanto Olimpo como All Boys no consiguen lograr una seguidilla de resultados positivos, las posibilidades de Huracán aumentan para seguir otra temporada en la máxima categoría.

Jorge Aja García

domingo, 27 de marzo de 2011

Tan brillante como el sol.






Huracán consiguió una victoria clave. Fundamental para continuar con firmeza e ilusión hacia el final del camino donde se topará con un objetivo que quizá tenga un valor similar al de la conquista de un campeonato.



Tropiezos de los rivales más directos en la pelea por mantener la categoría, el Globo de Pompei en los cuarenta y cinco minutos iniciales decretó un triunfo reservado para gozar como lo hicieron todos los "quemeros" y los jugadores también.

Un primer tiempo abrumador por parte del local. En todas las lineas y en cada sector donde se disputaba la pelota Huracán era superior. Sin peso en ofensiva el conjunto de Cappa no podía con el muro que habían levantado Machín, Battaglia y Soplán en el medio. Neira era absorvido en la marca y el circuito que junto al "maestrico" Gonzalez y el "mellizo" Schelotto, (salió lesionado antes del final de la primera mitad), suelen formar "los triperos", estaba totalmente desarticulado. Y el Globo dentro de esa superioridad estableció en el marcador esa diferencia. Primero fue el juvenil Battaglia con una tranquilidad llamativa para definir ante el experimentado Gastón Sessa y el segundo de Javier Campora. Pero habría que anotárselo a Rolando Zárate. Cuántos adjetivos se merece la escena previa al gol. Y todos los laureles para el Roly. Una jugada qué meses atrás era imposible que el ex Vélez hubiera podido capitalizar. Corrió lo que para muchos era una pelota perdida, puso el cuerpo para ganar la posición, el mismo cuerpo que en el torneo pasado mostraba signos de golpes y de impotencia, y que daba ventaja contra los defensores oponentes, a posterior y levantando la mirada envió un centro preciso para que el "cachorro" Campora pusiera el 2 a 0. (el quinto personal en el campeonato, tras siete partidos).



El conjunto del Bosque tenía la obligación de reaccionar en la reanudación y el Globo le dio la posibilidad y muchas de acercarse en el marcador. El conjunto de Tito, no apretaba en el medio como unos minutos antes, Juan Neira con su habilidad, más las proyecciones de Sapetti y Castro por los laterales complicó muchísimo a los marcadores locales tanto que Machín por la derecha y Matías Quiroga en la izquierda eran permanentemente superados y los disparos cruzados sobre el área de Monzón "soplaban" cada vez con más insistencia. El uno del globito evitó en más de una ocasión el descuento, ( irreemplazable Gastón) y el improvisado zaguero, Britez Ojeda se constituyó en la figura del segundo tiempo por parte del equipo de Parque Patricios. También los delanteros visitantes aportaron lo suyo para hacer más difícil el descuento, errando ocasiones muy propicias.



En ofensiva para Huracán, algunas ocasiones para llegar al tercero casi todas en los pies y en la cabeza de Zárate, que partido a partido, parece resurgir de su propio aislamiento. Aunque quedó esa sensación que Gimnasia al menos había echo méritos para el descuento. Qué los dirigidos por Pompei - Larrosa cedieron mucho terreno y ese temor por dar oportunidades que los oponentes sin querer encuentran, aunque los rivales también juegan.



Huracán era una "marioneta" sin hilos después de aquella derrota en Nuñez. Cambió por sus jugadores, particularmente porque físicamente recuperó a Zárate y a Britez Ojeda, porque por fin tiene a un goleador, Javier Campora, por un cambio de actitud ( me canso de escribir la misma palabra, pero no hay otra para describir tan exacto el concepto ) y porque quizá el entrenador le encontró al equipo aquello que otros no lograban descubrir. Con muchos errores, pero con pequeños aciertos que partido tras partido se ven con más claridad, el camino se hace transitable y la confianza se hace amiga de estos jugadores.







El Ducó brilló por un sol imponente, por un triunfo importantísimo, y por la gente festejando como no la hacía desde aquella tarde del tres a cero al "ciclón". Un viaje a Mendoza (qué buenos recuerdos), y la visita de Racing son las próximas paradas. Díficiles como todas, pero no imposibles.







Jorge Aja Garcia

martes, 22 de marzo de 2011

Así, es otra cosa.


Faltando cinco minutos para el final del partido, Javier Campora logró el empate en el sur y quedó plasmado que Huracán intenta otra cosa. Si ese cabezazo pegaba en el palo y no entraba, el ánimo no sería el mismo. Pero estos partidos ( Newell's, Banfield ) hace unos pocos meses atrás no se remontaban ni por milagro. Todo lo contrario. Tan solo recordar la derrota en Bahía Blanca contra Olimpo o cualquier encuentro donde el Globo comenzara uno, ni hablar, dos goles abajo.

Tendrá que ver el cambio de técnico, quizá. Pero nada había cambiado de Rivoira a Brindisi. El presente con Pompei indica que este renovado Globo, (solo por actitud, no por plantel), lucha y consigue resultados.

Aún dando facilidades y muchas ventajas defensivas, se las arregla para molestar y complicar a los adversarios. En el fondo, anoche una vez más quedó confirmado que Carlos Quintana es imprescindible con sus horrores y con sus aciertos, pero no hay reemplazante para él. Criticado desde esta columna por sus tropiezos es necesaria su presencia para acompañar en la zaga central.

Los primeros minutos suelen ser un calvario para Huracán y remontar dos goles desde los 20 minutos del primer tiempo es una tarea complicada y el entrenador sabe que tiene que trabajar en la concentración de la última linea para que estas cosas no se repitan. Son ventajas muy grandes a las que queda expuesto el equipo.

Los tres del medio cada uno con sus cualidades por momentos aguantan el tembladeral y en otros aportan en la creación. Machín con sus corridas "desprolijas" empuja y va. Britez Ojeda a la par de Rodrigo Battaglia intentan en la recuperación acercar el balón a los pies de Maidana, como dice un amigo, el único diferente. Y el Globo genera vuelo y llegadas a partir de su habilidad. Con pelota parada o con sus intentos de media y larga distancia. Este Huracán versión Pompei llega en incontables ocasiones al área rival y con peligro, algo que se extrañaba desde la época del ocaso de Ángel Cappa.

El Roly Zárate demuestra una condición física diferente a la del año pasado, entonces su aporte cambia rotundamente. Y Javier Campora confirma con goles el objetivo de su contratación. Para eso llegó y repensando en todos los que pasaron por su puesto en estas últimas temporadas, entonces obliga a escribir que es la inversión mejor concebida.

Banfield tuvo varias ocasiones para alargar la diferencia al comienzo del segundo período, pero perdonó y Huarcán con argumentos logró un empate, me animo...., con sabor a triunfo.

El Globo con su cosecha de puntos partido tras partido, sigue en la lucha. Unos se acercan, otros se escapan. Así será hasta el final. Llega un partido clave contra Gimnasia, al igual que contra Quilmes, las tres perlas, ( valdrían seis para el promedio del descenso), potencian este empate y la posibilidad de conseguirlos es real.

El invicto que mantiene Pompei desde su arribo es anecdótico para algunos, pero dentro de este juego, ( al fin el fútbol es solo un juego que se transformó en una realidad de vida o muerte ), sumar partido tras partido alimenta la ilusión y recarga las esperanzas.



Jorge Aja García

martes, 15 de marzo de 2011

Vale oro.


          Y se dio por fin. Con mucho dramatismo. No podría ser de otra forma en la vida de Huracán. La primer victoria del año llegó con un triunfo sobre Quilmes, (no gana en el Ducó desde 1979), complicado sobre el final, pero muy importante debido al presente de ambos conjuntos.

En el debut del "mediatico" Caruso Lombardi como entrenador del club cervecero, tan pedido por algunos hinchas del Globo para reemplazar a Miguel Brindisi tras su renuncia, Huracán se encontró con tres puntos valiosísimos ya que estira una pequeña diferencia sobre Gimnasia y acorrala al propio Quilmes en el fondo de la tabla de los promedios. El conjunto de Parque Patricios que se mantiene invicto desde la asunción de Roberto Pompei en la conducción, (cinco puntos sobre nueve), aprovecho los errores que la defensa visitante y su arquero Trípodi brindaron en las ocasiones que llegó a concretar. Primero fue el Roly Zàrate tras un grosero rebote del uno visitante, a continuación de un tiro displicente de Gastón Machín y en la segunda parte el goleador del Globo, Javier Campora (tres goles en el torneo), marcó el segundo luego de un mal rechazo de Sebastian Martínez. Oportunismo y saber estar en el lugar preciso fueron las virtudes de los delanteros locales, insolitamente reemplazados sobre el final del partido por Luciano Nieto y Luciano Ospina respectivamente lo que provocó que el equipo se retrasara considerablemente quedando sin un solo jugador de punta. Así llegó el descuento de Quilmes y sino consiguió el empate simplemente fue por la tapada estupenda de Gastón Monzón en un mano a mano sobre el autor del gol quilmeño, Martín Cauteruccio.

En esta presentación, el trabajo de Carlos Quintana controlando a los hombres de punta del rival y el despliegue de Rodrigo Lemos fueron muy satisfactorios, sumado al sacrificio aunque un poco desordenado de todo el conjunto sirve para conseguir y justificar un gran triunfo dentro de un partido lleno de errores donde las intervenciones del uno del globito fueron determinantes en el resultado final.

Vale más que una simple victoria el 2 a 1 final sobre Quilmes, desde lo anímico por sobre todas las cosas ya que el esfuerzo dio sus resultados y empuja para continuar este camino tan empinado y delicado que debe recorrer Huracán para intentar mantener la categoría. No sirve el intento por simular un instante una derrota o un empate del cual Quilmes no estuvo tan alejado y cuestionar la forma para afrontar los siguientes partidos. Se ganó a un rival directo. El primero de una serie de tres conjuntos con los cuales no se puede ceder ni un solo punto..

Había que ganar y se ganó. Los métodos siempre se podrán cuestionar y estar a favor o no, pero el Globo no está para esos trotes y entonces se disfruta esta "bocanada" de aire hacia lo que viene. Banfield, siempre difícil en su reducto y Gimnasia. El Gimnasia de Cappa y una actualidad muy similar a la del Globo. Una cosecha importante de puntos no es una quimera y pasadas estas dos fechas futuras el panorama se irá aclarando sobre quienes aún conservan fuerzas para mantener esta disputa difícil y traumática.



Jorge Aja García.--

domingo, 6 de marzo de 2011

                                                                                  
Un mundo de sensaciones.


A los cuatro minutos de comenzado el partido en el estadio Marcelo Bielsa de la ciudad de Rosario, la tibia defensa de Huracán ya miraba como el conjunto local se colocaba arriba en el marcador, tras un remate de Claudio Bieler y veinte minutos más tarde la diferencia se amplio mediante una "peinada" en el área de Ignacio Fideleff. Así estaba el Globo y si la brecha en el resultado no era mayor se debía solamente a la mala puntería de los jugadores locales o a las tapadas de Gastón Monzón.

Un abismo entre un equipo, Newell's y el rival, Huracán, que simplemente no podía dar dos pases seguidos, cada centro al area era un terremoto, los laterales no aguantaban las proyecciones por las bandas de Estigarribia y Cristian Díaz, el medio era un desacople tras otro y ni pensar en que la pelota llegara a los pies de los delanteros.

Pero casi sin proponérselo llegó el Globo a conseguir un tiro libre en ofensiva y por fin Cristian Maidana pudo demostrar su clase, con un "zurdazo" exquisito, colocando el balón en el ángulo derecho del arco de Peratta. (Hace cuánto tiempo que el Globo no convierte un gol de tiro libre. Darío Rodriguez en el bosque de La Plata.) Daba la sensación qué ese gol era solo una anécdota dentro del partido ya que lo plasmado en el campo de juego era muy diferente entre uno y otro. Hasta que llegó la sorpresa, por no decir lo insólito. Segunda llegada del conjunto de Pompei y otra vez a balón parado en los pies de Maidana llega un nuevo centro al área local, cabezazo en contra de Diego Mateo para igualar el score. Insospechado minutos antes y si le agregamos que Carlos Quintana sumó el tercero, también de cabeza para Huracán simplemente nadie lo creería, si no lo estaría viendo.

A los doce minutos de la reanudación Sperdutti consiguió el empate definitivo y ya el resultado no iba a variar. El juego no era deslumbrante, más cerca de lo trabado y mediocre, pero los goles le dieron un color único a la "tardenoche" rosarina. El Roly Zárate pudo conseguir el cuarto, pero la pelota quedo en las manos del uno del conjunto de Sensini. También Newell's tuvo su ocasión para desnivelar aunque todo se desvaneció en intentos.

Segundo partido de Roberto Pompei como entrenador de Huracán y segundo empate. Quizá el punto de hoy vale mucho más que el punto contra Arsenal, pero no por juego desarrollado o por ver algún atisbo de recuperación, solo en la interpretación de haber dado vuelta una desventaja de dos goles y nada menos en condición de visitante. Sirve en lo anímico y sirve para controlar una diferencia (mínima, pero diferencia al fin), en el puntaje contra los equipos que al igual que el Globo, pelean por esquivar al descenso directo y mantenerse dentro de la Promoción, ya que aunque duela reconocerlo, más allá de las fechas que restan para la finalización del torneo ( faltan quince), los conjuntos más cercanos como River, Tigre o Independiente, parecen inalcanzables.

Regresó Kevin Cura a la titularidad y se notó su falta de rodaje, Britez Ojeda luchó con Machín, y Battaglia en el medio, pero solo eso, lucha y poco fútbol. Cristian Maidana fue determinante en sus tres intervenciones para los tres goles de Huracán y Javier Campora aunque no convirtió es irreemplazable en este equipo, más que nada porque no hay otro delantero con sus características, sin ser descollante, en el plantel quemero.

Rápido de reflejos el técnico cambió algunos jugadores del banco de suplentes ( no estuvieron Lencina ni Guerra) y eso demuestra que el tiempo apremia. La próxima parada en el Ducó frente a Quilmes es casi decisiva y quizá allí se pueda observar cual es la medida que tiene este equipo para lograr los objetivos que todos anhelamos.



Jorge Aja García-

martes, 1 de marzo de 2011

El mismo Globo.


Asumir la realidad, implica poseer una cuota de coraje y valentía, más allá de la tranquilidad que impone"el darse cuenta" o en todo caso de las posibles frustraciones a las que estamos sometidos.

Esta columna no está escrita para ganar amigos o simpatías, solo para comentar dentro de un concepto que se acerque a lo más simple y real cada una de las presentaciones de Huracán a lo largo de cada partido. Y transcurridas tres fechas del actual campeonato quedó muy claro que el Globo no cuenta con jugadores acordes a la situación que amerita.

Quizá anoche el nuevo entrenador, Roberto Pompei intentó convencerse de esta verdad, dándole otra oportunidad a Claudio Guerra, Emiliano Lencina, o el zaguero Quintana por nombrar solamente a tres. Ninguno tiene condiciones para afrontar el momento delicado por el que transita el conjunto de Parque Patricios. Errores groseros en un nivel donde se necesitan atributos mínimos para competir de igual a igual. Lo de Guerra ya supera cualquier punto de comparación con la función que cumple un delantero de área. Juega más para el rival que para su propio equipo. Lencina ni desborda, ni hace la diagonal y menos tapa la salida del lateral contrario y lo de Carlos Quintana en la jugada del empate de Arsenal deja a las muestras su limitado talento para la practica del fútbol. (nadie filtró a estos muchachos en su paso por las divisiones inferiores ? )

Arsenal no es un oponente nada sencillo, por el contrario, cuenta con una base armada, una idea de juego clara la cual puede gustar o no y dos delanteros con llegada, con un despliegue acorde y que nunca se chocan con la pelota, más bien suelen concretar que "despilfarrar. Así y todo Huracán rescato un empate que no sirve porque se necesita sumar de a tres y no de a uno. De nueve puntos en disputa se consiguieron dos, mientras River y Olimpo están punteros del certamen, Gimnasia lucha y gana de visitante, Tigre se escapa en la persecución y tan solo Quilmes acompaña en el fondo de la tabla.

Tito Pompei se animó a algo más ofensivo, al jugar con un enganche bien claro, Ángel Morales, y dos delanteros de punta, Zárate y Campora. Battaglia solo en la recuperación y Machín sobre la derecha. Le costó acomodar el armado, pero con un poco más de voluntad por parte de algunas piezas, Huracán llegó mucho más que anteriores partidos. Con poca claridad, pero suficiente para ponerse en ventaja. El desenlace final es materia pendiente, algo que ni Rivoira ni Brindisi pudieron corregir. Las imprecisiones, los temores, y la falta de picardía para mantener un resultado positivo se notan jornada tras jornada.

Practicamente la idea de eludir la "promoción", es algo utópico, más acorde a una novela épica que a una hipótesis real. Y hablando de novelas no sé el motivo, pero me retumba cada vez con más fuerza aquella obra de García Marquez, "Crónica de una muerte anunciada".



Jorge Aja García

miércoles, 23 de febrero de 2011

El problema no es el técnicoCompartir1 Escrito por JORGE AJA GARCIA el Miércoles, 23 de Febrero de 2011 - 13:58 hs


Si el nueve la tira afuera, solo con el arco desguarnecido o si el cinco no para ni al arbitro o el cuatro no es cuatro y el masajista te alcanza el bidón de agua, es sinónimo de qué algo funciona mal.

No es problema de Cappa, Rivoira, Brindisi, Carusso o Cagna, el problema es que la casa es un verdadero despelote. Por que si tengo humedad en el techo me equivoco en llamar al electricista y así está Huracán, dónde nadie sabe cual es la verdadera función para la que lo llamaron.

El rendimiento nunca fue ni al menos aceptable desde el arribo de un ídolo del club, como lo fue y lo seguirá siendo Miguel Ángel Brindisi, nada más ese tremendo resultado contra San Lorenzo que sirvió para hacernos creer que había un camino o una estrategia. Los dirigentes o los encargados de acercar jugadores no aciertan nunca ultimamente y me animo a decir que tan solo el arribo de Bolatti, Araujo y tal vez Arano ( con puteadas incluidas en aquel famoso partido contra Racing en avellaneda) fue positivo, el resto desde 2007 a la fecha deja muchísimo que desear. En relación a la elección de los técnicos es algo muy discutible y de opiniones variadas ya que la casi perfecta campaña de "los ángeles de Cappa" quedó opacada, al menos la labor del técnico, cuando desarmaron aquel equipo vistoso. Ya lo escribimos muchas veces ese pensamiento sobre qué sería del Pep Guardiola en el Barça sin Xavi, Busquets, Iniesta y Messi. O del Doctor Bilardo sin Maradona en México 86.

En este momento Huracán junto a Quilmes son los conjuntos más flojitos de lo que hay en primera división. Por rendimiento al menos y hasta me surgen las dudas si el Globo no es el peor de todos. El partido con River fue deplorable desde el planteo, la entrega y el funcionamiento. Así no daba para más. Pero volvemos al comienzo y la pregunta es la misma. El cambio de entrenador es la solución ?

El Roly Zárate o Ángel Morales o Guerra son jugadores dónde en alguna ocasión demostraron con la camiseta del Globo estar a la altura de las circunstancias, vuelvo a cuestionar. Dudo de varios jugadores en su capacidad de juego para sacar al Globo de este entierro. Muchos ya tuvieron infinidad de oportunidades y las cuatro incorporaciones aún no mostraron nada.

Y la famosa "pretemporada" ? No sirvió para fortalecer al grupo cómo se jactan los referentes de muchos planteles, no sirve para fortalecer el aspecto humano y la convivencia...., por favor y los "códigos" ? Cuanto poema, cuanta mentira...

El próximo conductor de este pobre plantel tendrá casi diría una misión imposible. Sea Pompei o quien sea. Solo le deseo que todos los Dioses al menos por tres o cuatro meses se apiaden de él.



Jorge Aja García.

martes, 15 de febrero de 2011

Muy desalentador-




Partiendo de las condiciones por las cuales Huracán vive el presente, calificaría de "despilfarro" resignar ochenta y ocho minutos en busca de un resultado positivo.

Javier Campora en la única acción positiva de todo el partido, a los dos minutos, concretó de penal el gol que ponía al Globo en ventaja y con la tranquilidad de poder tomar las riendas y transformar la ansiedad a favor de las urgencias del conjunto de Miguel Brindisi, por el contrario en ningún pasaje del encuentro aprovechó aquella ventaja y regaló terreno, pelota y carácter en pos de un triunfo que sin entrar en detalles ayudaba en todos los conceptos para ver con otros ojos el camino espinoso que le queda por andar.

Argentinos Juniors a pesar de algunas bajas importantes en su plantel mantiene una estructura de varios torneos y a diferencia del "globito" que arma, desarma, rearma, cada seis meses planteles nuevos con jugadores que nunca rinden, finalmente utilizando chicos del club, mostró un poco más de criterio sin ser descollante, pero invitado por la carencia ofensiva del conjunto de Miguel se atrevió a buscar y a la postre encontrar un empate merecido más por monotonía del rival que por aciertos propios.

Lucas Calviño cumplió cuando tuvo que responder y con una defensa de cuatro jugadores en linea, con unos laterales que no pasaron nunca la mitad de la cancha, donde Filipetto con algunos pero mínimos errores y su compañero de zaga, el afianzado Quintana aguantaron a dos delanteros como Niel y Salcedo que nunca encontraron la comodidad para explotar sus habilidades. Pero la mitad de la cancha de Huracán no pudo en ningún momento contener al rival. Machín muy preocupado por Escudero ( no se le ocurrió al técnico local, poner algún jugador en el ataque derecho), Britez Ojeda solo en el medio para recuperar lo irrecuperable ya que siempre fue superado en su sector, Ángel Morales como siempre desde que llegó a Parque Patricios, nada de juego, nada de marca, nada de proyección solo una pelota en profundidad que el repatriado Guerra no alcanzó a controlar. El debutante Maidana falto de ubicación y muy displicente en el trato del balón y verlo con la 7 en la espalda, irrita en toda su expresión. ( la vistieron desde Onzari, pasando por "el loco", Milanito y algún firulete más).

En el segundo periodo las intenciones con las variantes por parte de Miguel fueron acertadas, ya que los reemplazados, tanto Guerra como Morales aún no bajaron del micro que los trajo de la pretemporada. El juvenil Battaglia le da otra movilidad al medio campo y la visión de juntarlo con Britez Ojeda era muy acertada hasta que el ex Racing salió nuevamente por una molestia, ahora en la rodilla derecha. El nuevo Quiroga llegado desde Colo Colo tampoco supo donde jugar. Ni marcó ni se proyectó y más que ayudar a Lemos en la contención complicó aún más el panorama. Así fue como el conjunto de La Paternal se acercaba mediante centros y alguna pelota parada producto de faltas infantiles producidas por los muchachos de Miguel. Hasta que por méritos de la lógica, tanto voy tanto golpeo, que en algún momento me van a abrir la puerta, llegó el empate en un centro a balón detenido donde el rubio Machín largó la marca dentro del área, y el ingresado Nicolás Blandi en el conjunto de Padro Troglio, logró la conquista final.

Luciano Nieto jugó el partido de reserva con la cinta de capitán en su brazo izquierdo y Kevin Cura no fue a la pertemporada porque no será tenido en cuenta por el cuerpo técnico. Solo un detalle entre tanta abundancia de talento y solvencia.

Nada cambió de diciembre a la fecha. Es el primer partido del torneo pero viendo lo plasmado en el terreno de juego no se puede ser optimista y menos con un equipo que no pisa el área rival en ochenta y ocho minutos.



Jorge Aja García.

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